A dos años de los fastos del Bicentenario

¿Cómo imagina a la Argentina

en el 2010?

En el año 2002 el diario Clarin efectuó esta pregunta a sus lectores fuertemente condicionados por la crisis que se cernía sobre nuestro país. Así y todo, se atrevieron a imaginar el futuro. Lea detenidamente y analice si estos argentinos equivocaron sus cálculos porque estaban angustiados por el pesimismo o acertaron en el pronóstico de un país que quiere ser y por alguna razón nunca puede concretarlo. Opine usted también enviando un mensaje de no más de 30 líneas de 60 espacios, consignando su nombre y apellido a: cuerposurbanos@fibertel.com.ar

¿Seremos lo que debemos ser?

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Todo dependerá de lo que estemos dispuestos a hacer hoy para que el 2010 se ajuste a nuestras expectativas.
Todos queremos un pueblo feliz, sin pobres, con seguridad, con justicia, dónde los gobernantes gobiernen en función de los intereses de la nación y el pueblo. Pero eso se construye día a día y lo hacemos cada uno de nosotros, en nuestro trabajo, en nuestros actos cotidianos, en nuestro compromiso con lo que pensamos, y eso se trasluce cuando vamos a votar.

EL 2010 será lo que el conjunto de los argentinos queremos que sea.

Jorge Vázquez
DNI 14.429.795

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Peor que el financiero es el corralito mental

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A ocho años del Bicentenario, no creo que "los 200" merezcan muchos festejos ni que estos excedan el modesto marco oficial. El Correo lanzará una emisión especial de estampillas, la papelería oficial lucirá su previsible "Año del Bicentenario" y se oirán algunos discursos desganados.
Es grave que exista un corralito financiero, pero más grave es el corralito mental donde nos puso la dirigencia que no tiene ideas sino intereses pequeños.

El 2010 nos encontrará sitiados en el corralito mental, salvo si el mismo pueblo bicentenario de Mayo exige "saber qué pasa" y lo consigue. El 2010, en tal caso, nos encontrará mejor representados y prósperos.

Dr. Roberto Cesario
DNI 11.940.235

La esperanza de llegar a ser una gran nación

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En un país como el nuestro, donde lo que sucederá al día siguiente cuenta con un sabor inesperado, imaginar ocho años puede ser toda una obra literaria. Para no abandonar mis sueños y aferrada a la esperanza con uñas y dientes, pienso en un país en marcha, con una nueva clase dirigente, con menos ansias de poder pero más compromiso hacia el vuelco social que debemos efectuar.

Cierro los ojos y sigo soñando que los que hoy se han ido en busca de nuevas oportunidades dejen atrás el desarraigo y se reencuentren, para esos días, nuevamente con sus raíces, su familia y alternativas económicas interesantes que les permitan una vida digna.

Sueño con un pueblo con sabiduría y determinación ciudadana, con recursos accesibles, para todos, a la educación y al trabajo. Con una sociedad menos fraccionada desde las necesidades incumplidas, donde la miseria tenga poca cabida y a cambio sí, una unión nacional con la firme decisión de ponerle el hombro, dirigentes incluidos. Porque entendimos, al fin, que a base de respeto y laboriosidad estamos con struyendo nuestro futuro común.

Como estudiante de comunicación social, reconozco el gran trabajo que hay por hacer, pero tenemos las herramientas de un pueblo cansado de mentiras, manipulaciones y la esperanza de que Argentina sea una gran nación.. Sueño con un país cuya ciudadanía comprendió el verdadero sentido de aquella revolución que festejaremos en el bicentenario.

Flavia Bufalini

(estudiante)

La pérdida de capacidad para imaginar el futuro

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La falta de ejercitación me hizo perder la capacidad de proyectar el futuro. Hace mucho que vivo al día. Los cambios son vertiginosos. Sólo puedo imaginar al país en 10 años comparándolo con la trillada imagen del naufragio del Titanic.

Parece que estamos condenados a un genocidio más, un holocausto financiero que puede extermninar a los pobres, la calse media, viejos y enfermos. Quiera Dios que sólo sea atribuible a mi falta de imaginación. Es que mis hijos tienen la mala costumbre de comer cuatro veces al día, y no hay corralito que detenga el crecimiento de sus cuerpos, que demandan ropa y zapatos nuevos permanentemente.

Betty Gragnaniello de Sansone
DNI 16.774.254

Escepticismo absoluto: todo seguirá igual

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En los próximos 10 años el modo de vivir y la forma de pensar de los argentinos no cambiará en lo más mínimo, será igual que siempre. Esto no ha sucedido desde 1810, cuando ocurrió el último cambio significativo, por lo tanto es muy dudoso que vaya a suceder ahora.

Tampoco creo que se avance en la dirección que desea la mayoría de la población. Los políticos se encargarán de que tal cosa nunca ocurra. ¡a ver si se les arruina el negocio!

Moisés Ostrovsky
DNI 6.284.435

Recuperar las costumbres de los 70

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Creo que la población argentina debido a la situación que está viviendo actualmente va a volver a sus costumbres anteriores al año 1970, cuando la familia estaba más unida, los domingos eran casi sagrados para todo el mundo, cuando salir de paseo era eso y no ir a un shopping para ver y no poder gastar. Que los chicos puedan volver a jugar en la vereda sin peligro, que sepamos que en la esquina está el policía de la cuadra, al que saludamos todos los días. No sé si podrá ser realidad. Pero merecemos por lo menos esto y que tomemos conciencia de que primero está el ser humano y lo demás viene solo. Pensemos en la sociedad en que vivimos y en que todos formamos parte de ella.

Osvaldo Montenegro
CI 7.723.525