LAS VÍCTIMAS DE DELITOS Y CONTRAVENCIONES ESPERAN UNA JUSTICIA QUE NUNCA LLEGA
La gente que debe hacer una denuncia no sabe a dónde dirigirse, y generalmente cuando llega a los lugares recibe como única respuesta: ‘Acá no es’. Muchos vecinos tienen cierto temor a ir a las comisarías, pues no todo el mundo tiene un posicionamiento frente a la autoridad. Para estas personas están especialmente dirigidas las Unidades de Orientación del Cuerpo de Investigaciones Judiciales que pertenecen al Ministerio Público Fiscal del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con tantos nombres rimbombantes debería uno imaginar que todo anda sobre ruedas. Pero no es asi...
(Por Roberto C. Neira). Los vecinos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires debieran sentir una profunda satisfacción al comprobar que la víctima de un delito o contravención puede recurrir al Ministerio Público Fiscal del ámbito metropolitano dependiente de la Jefatura del Gobierno para radicar la denuncia -según expresa la propia información comunal- y de ese modo agilizar trámites que comúnmente resultan enfarragosos.
La vieja costumbre de efectuar una denuncia policial -cualquiera sea el delito del que se haya sido víctima- y que por distintas razones sumaba a la recepción del trámite la incertidumbre sobre su resolución a futuro, siempre desalentó a las víctimas de un delito a concurrir a la seccional correspondiente. Precisamente, para sortear y mejorar esas instancias, el 28 de octubre de 2008, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó con fuerza de Ley la Creación del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) en el ámbito del Ministerio Público Fiscal.
Las nuevas directivas consolidaron cambios estructurales sobre todo en la Secretaría General de Acceso a Justicia y Derechos Humanos que relanzó la difusión de sus Unidades de Orientación y Denuncias (UOD) y la Oficina Central Receptora de Denuncias (esta última recibe los reclamos por diferentes vías, desde la telefónica hasta la de la Web). Salvando el acceso vía e-mail, en ambos lugares las víctimas de cualquier tipo de delito, contravención o falta realizan su denuncia del mismo modo que lo harían en cualquier comisaría de la Federal. Aunque aquí terminan las coincidencias entre ambos sistemas.
Entre otras consideraciones, en la práctica, el CIJ, una institución civil organizada jerárquicamente, tiene como misión auxiliar al Poder Judicial a través del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en la investigación de los delitos, las contravenciones y las faltas, individualizando a los/as presuntos/as autores/as y partícipes del hecho investigado.
Asimismo, su tarea consiste en reunir y conservar las pruebas útiles para cada caso conforme a las normas de procedimiento y a las instrucciones que imparta el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Entre sus funciones específicas debe practicar las diligencias necesarias que correspondan para la averiguación y esclarecimiento de los delitos, las contravenciones y las faltas.
Se puede leer en un folleto explicativo que se entrega en las dependencias del organismo ubicado en Combate de los Pozos 155 "PB", que los ciudadanos/as que son VÍCTIMAS de los siguientes delitos o contravenciones pueden concurrir a la Justicia y ejercer sus derechos:
- Maltrato o discriminación por condición física racial o religiosa;
- Los que carecen de protección en su propiedad y tienen temor a ser privados de ella (por Okupas);
- Los que están impedidos a acceder al sistema de salud y educación a una vivienda digna y a trabajar;
- Los que no pueden gozar del espacio público y de un ambiente sano (ruidos molestos, gases tóxicos).
- Aquellos que sufren las consecuencias del tránsito desordenado y la inseguridad.
- O bien quienes pretenden disfrutar con libertad de espectáculos artísticos y deportivos.
Pues bien, el caso que hoy nos ocupa demuestra lo que es la burocracia, en este caso investida por fiscales, ayudantes y personal del Ministerio Público Fiscal. Algo, que continúa siendo un cáncer imposible de erradicar como consecuencia posiblemente del exceso de denuncias y también de la ineptitud de funcionarios que intentan componer una suerte de "arreglos" entre víctimas e infractores para agilizar su propio trabajo pero nunca para darle la razón al que la tiene y fallar en consecuencia.
Denuncia de fecha 26 de mayo de 2009, dirigida al Sr. Fiscal General del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Dr. Germán C. Garavano (resumen del texto).
Desde febrero de este año, s/ denuncias realizadas en dependencias del Ministerio Público Fiscal (ver detalle más abajo), y en forma casi ininterrumpida, durante las 24 horas del día, en un inmueble habilitado como "Estación de Televisión" a nombre de la empresa Cablevisión S.A., que consta de tres plantas y está ubicado en la calle Bartolomé Mitre entre la Av. Medrano y Fsco. Acuña de Figueroa de esta ciudad, se realizan trabajos a cargo de empleados de la firma que consisten en:
1)Movimiento y estacionamiento de vehículos tipo Trafic y camionetas con la identificación de la empresa, en el interior del edificio y en el exterior (acceso al garage) y alrededores.
2) Carga y descarga de objetos pesados, muebles, cajas y otros elementos a cargo de empresas de fletes, grúas y otros.
3) Utilización de herramientas eléctricas y manuales para todo tipo de reparaciones (sobre todo martillos y taladros).
4) Desplazamiento de cables dentro y fuera del edificio.
5) Movimientos internos del personal subiendo, bajando escaleras y desplazando mobiliarios.6) Conversaciones en voz alta y a veces a los gritos.
7) Sonidos agudos provenientes de algún tipo de máquina/s u aparatos que funcionan electrónicamente o con motores eléctricos.
8) Otros ruidos provenientes del escape de automotores dentro del edificio.
La medianera del edificio que linda con Cablevisión (de 30 cm. de espesor) se comunica con la sala y dormitorios de una propiedad habitada por una familia constituída por el denunciante (67), su mujer (71) y la madre de aquél que se encuentra en estado delicado en su habitación e impedida de movilizarse (90).
Las actividades de la "estación de televisión" en ciertos horarios diurnos pasan desapercibidas debido al movimiento general vehicular: sirenas, tránsito, ferrocarriles, ómnibus y otros que transitan por la calle Bartolomé Mitre, pero es durante la noche y a la madrugada, cuando se perciben ruidos estrepitosos que impiden el descanso. Por supuesto, si uno se lo propusiera, tampoco es posible descansar durante el transcurso de la tarde, "a la hora de la siesta".
La secuela de denuncias formuladas telefónicamente a la Fiscalía por la utilización de taladros automáticos y mazas contra la pared de los dormitorios es la siguiente:
- 04/02/09 15:42
- 05/02/09 08:55
- 09:02/09 13:26
- 17/02/09 17:28
En todos los casos, menos en el último del 17/02/09, se apersonaron móviles policiales de la Comisaría 9a. para interiorizarse del problema. Hubo conversaciones con los policías por parte de los encargados del edificio y es posible que en alguna de esas ocasiones se hayan labrado actas.
También hubo conversaciones que en ciertos momentos generaron discusiones a viva voz con empleados de la firma, en el intento de que se le reconozca el derecho a los perjudicados a vivir en paz, sin sobresaltos, pero todo fue en vano. Han pasado más de seis meses y la situación continúa siendo la misma porque Cablevisión continúa con su rutina de ruidos molestos como si nada sucediera.
Es que, en verdad, nada ha pasado. Se reiteró la denuncia en mayo en forma personal y por carta a la Fiscalía. Un prosecretario coadyuvante del juzgado llamó para interiorizarse y sugirió continuar el reclamo hasta que llegue la posibilidad (no se sabe cuándo) de ir a una mediación con Cablevisión.
¿Mediación? ¿Qué es lo que hay que mediar... la capacidad de sueño de las personas? Quizás las víctimas tendrán que cambiar los horarios de su descanso o tal vez mudarse.
En realidad, la lógica indicaría que comprobada la contravención "in situ" no hay mediación posible. Por cuanto, por el estado de salud de la anciana se necesitan medidas urgentes para que se proceda a la suspensión de todo tipo de trabajos y movimientos de personas y vehículos que ocasionen ruidos molestos en horarios dedicados al descanso.
Pero la lógica no parece ser una virtud de nuestra justicia y es por eso que las VÍCTIMAS deben apelar a la denuncia pública y necesaria para defender sus derechos.
Sepamos también cómo funciona un organismo creado con bombos y platillos para solucionar los problemas de la comunidad y que en el caso que nos ocupa resulta ineficiente.
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