martes, 6 de octubre de 2009

LA LUCHA QUE SE VIENE...


ES LA HORA DEL TODO

O NADA

¿Están en peligro nuestras libertades individuales?

¿Qué razón puede influir en la mente de un legislador para cambiar sus convicciones a la hora de votar una ley importante para el país?. ¿Qué razón cabe para que un legislador apoye el proyecto oficial de la Ley de Medios a sabiendas que es una trampa preparada para cohartar la libertad de expresión y que el control de las frecuencias, medios y comunicaciones terminarán siendo monopolizadas por el estado o cediéndolas a testaferros y amigos del poder?

Piénselo.

El pueblo argentino no puede darse el lujo de permanecer, una vez más, callado y resignado, como si los problemas que nos atañen no fueran de nuestra exclusiva propiedad y parecieran estar sucediendo lejos de nuestras fronteras.

Estar en contra de la Ley de Medios Audiovisuales auspiciada por el gobierno de los Kirchner no significa abrazarse con el Grupo Clarín ni con ninguna otra empresa que no respete las leyes de la democracia: específicamente, aquellas que tratan sobre la libertad de expresión en todas sus formas.



Nuestro derecho y el único modo de evitar que nos bombardeen con falsa información, con propaganda oficial o coaccionando a los medios informativos, es el derecho a seleccionar qué medios (gráficos, radio y TV, entre otros) son aquellos que nos brindan información veraz, comprobable y sin intento alguno de influenciar políticamente en nuestras decisiones cotidianas. Pero si esa decisión pierde el carácter electivo porque todos los medios pertenecen al estado (amigos y testaferros), hemos retrocedido en el tiempo 53 años.

En nuestro país, las transmisiones "en cadena", a cualquier momento del día o de la noche, interrumpiendo y suspendiendo programaciones y bastardeando horarios, fueron siempre potestad de gobiernos militares golpistas y peronistas. Entre 1946 y 1955, primera y segunda etapa del gobierno de Perón, la oposición nunca tuvo posibilidad de acceder a un medio oficial para dar sus puntos de vista sobre la actualidad nacional porque la cadena de medios que pertenecía al estado era apabullante. Cabe destacar que la primera vez en diez años en que la oposición pudo hacer uso de la radiotelefonía, fue el 27 de junio de 1955 cuando el gobierno de Perón se caía a pedazos, lo que demuestra el alto grado de injusticia que se vivía con respecto a la libertad de prensa. (Ver nota-investigación en Crónicas del Pensamiento)

Las radios peronistas pasaron a formar cadenas informativas, cubriendo el territorio nacional y a depender informativa y administrativamente de la Subsecretaria de Prensa y Difusión del gobierno.

El recordado Samuel Yanquelevich fue un protagonista exitoso del peronismo gracias a la venta de sus radios al estado y culminó su participación estelar con la puesta al aire del primer canal de televisión argentino, el Canal 7, a instancias del General Perón y de la mismísima Evita.

Canal 7 realizó su primera transmisión el 17 de octubre de 1951. Mientras tanto, los diarios Noticias Gráficas, Crítica, El Mundo, Democracia y en 1951 La Prensa (confiscado a sus propietarios y cedido a la CGT) conformaban la cadena de medios de difusión oficiales. mientras que La Nación, La Razón y Clarín, se cuidaban de todo roce informativo que pudiera molestar al gobierno. Los medios partidarios independientes como "La Vanguardia" (Partido Socialista) y "La Hora" (Partido Comunista) fueron clausurados y detenidos y golpeados salvajemente sus redactores y operarios.

EL PODER DE LOS MEDIOS EN MANOS DEL ESTADO

La prueba más palpable de lo que significa el cambio de las reglas de juego en manos del actual gobierno están a la vista: son las transmisiones del fútbol "para todos".

Cristina, Albistur (investigado por la justicia) y Mariotto

La publicidad aparatosa de actos de gobierno (?) ocupa un espacio en la pantalla que impide durante las emisiones "en vivo" de los partidos observar con claridad el desarrollo del juego: entre el recuadro del resultado y los minutos en juego, el logotipo del canal y la publicidad, se ocupa la mitad de la pantalla. Ni hablar de los intervalos con minutos libres a disposición: el justificativo es financiar con publicidad los costos que significaron el acuerdo con la AFA. Por supuesto, las pérdidas (que pagamos todos) son millonarias.

GRAVÍSIMO. El último domingo, el partido entre Lanús y Godoy Cruz comenzó media hora más tarde porque Canal 7 debió mostrar la presencia de la presidenta y su esposo en el velatorio de Mercedes Sosa.

Por todo esto, los argentinos, hoy, más que nunca, debemos apelar a nuestra experiencia, astucia y prudencia a la hora de elegir y tomar nuestras decisiones. Son materias que debemos estudiar profundamente y en las que no nos está permitido equivocarnos.

Está en juego nuestro destino que no es poco.

1 comentario:

Unknown dijo...

Todos sabemos los errores que cometemos, cambiemos nosotros y cambiaran quienes nos representan,la sociedad y el Pais.Gracias por tu comentarios,Un .abrazo